Sapere aude, cabrón
Un día Kant le dijo a todo el mundo "Sapere aude", lo cual significa "Atrévete a saber". Con esto él hacía elogio de aquellos hombres que se esfuerzan por cultivarse, por aprender. Hombres dispuestos a renunciar al dogma para escuchar a la razón, hombres que saben dialogar, ciudadanos antes que siervos. Grandes hombres. Otro día Kant le dijo al mundo un montón de cosas que se le habían ocurrido durante doce años, ignoró si las iban a entender o no y luego le puso de nombre "Crítica de la razón pura". Finalmente se acabó convirtiendo en un intelectual, se desentendió de la gente normal y ninguna de sus obras pudo ser llevada a la gran pantalla. "Sapere aude, cabrón", le dijo al mundo.
¿Por qué los intelectuales se esfuerzan tanto en hacer sus textos tan "personales"? ¿Alguien marginó a Santo Tomás cuando era niño? ¿Alguna chica dio calabazas a Froid en sus años mozos? ¿Alguien terminaba siempre los chistes que Kant estaba contando y le quitaba el mérito? Si no es así ¿porque han hechos sus textos tan propios? Ni siquiera hay que decir que sean "incomprensibles", no quiero decir eso: hay quien lo estudia, lo aprende y hasta le gusta. Pero el "Psicoanálisis" no es algo que se pueda comentar con la misma facilidad que el resultado del Madrid-Atlético. Y yo, hoy, aquí, me pregunto si eso debe ser necesariamente así.
El primer pensamiento que nos salta a la cabeza es que hay cosas complicadas por naturaleza y no pueden explicarse con simpleza. El segundo pensamiento que se esconde tras el primero es que hay gente que jamás podrá comprender ciertas cosas y a estas es mejor dejarlas nadar en su mar de banalidades. Así piensan muchos intelectuales ignorantes.
Después de ver como han sacado a la venta "El arte de la guerra", "El contrato social" o "Así habló Zaratustra" en novela gráfica empiezo a pensar que no es necesario esconder el saber detrás de tecnicismos, retórica complicada, silogismos inútiles, etcétera. Yo mismo le he explicado a compañeros míos sobre Descartes o algún otro (sí, en la filosofía están los casos más especiales). Y yo no soy más experto en lo que dice Descartes que Descartes, ni que mi profesor siquiera. Pero yo me he intentado adaptar a la forma de entender de mi compañero, no he presupuesto que lo iba a comprender perfectamente a la primera.
Quizás no se aprenda tanto viendo "Matrix" que leyendo los diálogos de la "República" de Platón (el cuál no es TAN complicado), pero bastaría con meter unos cuantos conceptos más en las películas (y cambiar el argumento y otras cosas, pero podría seguir siendo entretenido) Vuelvo a decir, que la educación que no sea práctica no se recordará y la educación que no sea divertida no se apreciará. El que quiera que aprendan de él, que aprenda de los demás.
¿Por qué los intelectuales se esfuerzan tanto en hacer sus textos tan "personales"? ¿Alguien marginó a Santo Tomás cuando era niño? ¿Alguna chica dio calabazas a Froid en sus años mozos? ¿Alguien terminaba siempre los chistes que Kant estaba contando y le quitaba el mérito? Si no es así ¿porque han hechos sus textos tan propios? Ni siquiera hay que decir que sean "incomprensibles", no quiero decir eso: hay quien lo estudia, lo aprende y hasta le gusta. Pero el "Psicoanálisis" no es algo que se pueda comentar con la misma facilidad que el resultado del Madrid-Atlético. Y yo, hoy, aquí, me pregunto si eso debe ser necesariamente así.
El primer pensamiento que nos salta a la cabeza es que hay cosas complicadas por naturaleza y no pueden explicarse con simpleza. El segundo pensamiento que se esconde tras el primero es que hay gente que jamás podrá comprender ciertas cosas y a estas es mejor dejarlas nadar en su mar de banalidades. Así piensan muchos intelectuales ignorantes.
Después de ver como han sacado a la venta "El arte de la guerra", "El contrato social" o "Así habló Zaratustra" en novela gráfica empiezo a pensar que no es necesario esconder el saber detrás de tecnicismos, retórica complicada, silogismos inútiles, etcétera. Yo mismo le he explicado a compañeros míos sobre Descartes o algún otro (sí, en la filosofía están los casos más especiales). Y yo no soy más experto en lo que dice Descartes que Descartes, ni que mi profesor siquiera. Pero yo me he intentado adaptar a la forma de entender de mi compañero, no he presupuesto que lo iba a comprender perfectamente a la primera.
Quizás no se aprenda tanto viendo "Matrix" que leyendo los diálogos de la "República" de Platón (el cuál no es TAN complicado), pero bastaría con meter unos cuantos conceptos más en las películas (y cambiar el argumento y otras cosas, pero podría seguir siendo entretenido) Vuelvo a decir, que la educación que no sea práctica no se recordará y la educación que no sea divertida no se apreciará. El que quiera que aprendan de él, que aprenda de los demás.
Entiendo lo que dices pero no creo que hayas tenido en cuenta algo; la mayoría de los filósofos y escritores universales han conseguido serlo porque han tratado temas que hasta entonces no habían sido tratados, o que habían sido tratados desde otra perspectiva o circunstancia (Esto último se suele dar; la historia del pensamiento humano es demasiado larga como para que no se repitan opiniones, pero cada una es especial).
ResponderEliminarPueden ser por distintos motivos, como la creación de un campo totalmente nuevo (en el caso de Freud) o la utilización de términos excesivamente enrevesados debido al ahorro de esfuerzo necesario por problemas de salud, como es en el caso de Nietzsche (por ponerte dos de los ejemplos que has citado), pero creo que siempre suelen ser motivos válidos.
Cada autor se expresa de manera distinta, y en realidad la variedad de las circunstancias personales de cada uno es lo que lleva a esa variedad de ideas, ¿Por qué no haber una manera de expresarse distinta? Tal vez el hecho de que lo haga de forma natural sea a consecuencia de una mente avanzda, que precisamente puede que haya hecho de él el genio que es.
Por otra parte creo que en muchísimos casos simplemente hay demasiada pedantería o un intento de imitar a las personas de las que he hablado antes por parte de gente con demasiados complejos y aires de genialidad injustificada para maquillar unas ideas mediocres. Por desgracia esto se da demasiado, cosa que me parece ridícula: una falta de personalidad brutal.
De todas maneras yo también me he planteado esto alguna vez, pero por suerte desde hace años han existido divulgadores geniales en muchos campos, desde Carl Sagan hasta David Attenborough.
Pd: adivina quién soy.
Buena observación la de los divulgadores, se me habían pasado y les tengo mucho respeto. En cualquier caso hay intelectuales inteligibles como Ortega o como Platón. No obstante quiero sacar a relucir la frase, con la que no estoy del todo de acuerdo:
Eliminar"El destino del genio es ser un incomprendido, pero no todo incomprendido es un genio" Ralph Waldo Emerson