Levantáos contra el Leviatán Pt. I
Esto podría ser lo último que os escriba, pero estoy seguro de que el mundo me dará una nueva razón para reflexionar y protestar tarde o temprano.
Hoy, no sé si como última vez pero sí como la más importante, quiero hablaros del Leviatán. "Leviathan" es el título de la más famosa novela de Thomas Hobbes, un filósofo inglés del siglo XVII que desarrollo la teoría en la que se decía que la gente, al no poder convivir sin orden pacíficamente y caer siempre en la anarquía y el descontrol, debía dar su poder a un único ser que albergara el de todas las personas, que con su descomunal poder controlara lo que pueden y no pueden hacer las personas. Ese monstruo es el Leviatán. Ese monstruo es la sociedad.
La sociedad dice quién va a la cárcel, qué es legal, qué no lo es. Incluso que se debe mirar con buenos o malos ojos. También da a cada individuo una importancia, que siempre es lógicamente inferior a la del conjunto de todo el Leviatán. Así pues es fácil entender que, el Leviatan es la ley y está incluso por encima de ella misma. Y nada de esto sería posible sin nosotros.
¿Cómo? Bueno, seguramente hayas supuesto que el Leviatán se compone de personas, por eso no sería posible sin nosotros. ¿Pero cómo exactamente damos ese poder a la sociedad? Cada vez que miras con respeto y casi miedo a la policía, cada vez que votas a un partido político, cada vez que no protestas y actúas cuando una ley que no es de tu agrado es aprobada, cada vez que actúas bajo la ley y no infringes las normas e incluso cada vez que haces los que se espera que hagas (hacer caso a lo que te digan, no cuestionar tu educación, casarte por defecto, buscar una vida establemente bloqueada) estás dando de comer al Leviatán con su comida favorita: tú poder individual.
¿No suena ciertamente a prisión todo esta relación entre el Leviatán y la Sociedad? ¿No parece que deberías hacer algo por "defenderte" o "liberarte"? ¿Por qué no pienso que esta sociedad es en realidad un ser alimentado de nuestro poder de la que no debería fiarme? Pues porque nadie te ha dicho lo contrario, y porque lo que te han dicho es que esto está bien. Decía Platón refiriéndose a los hombres del mito de la caverna que cuando ellos vieran sombras en las paredes, pensarán que esa es la auténtica realidad. Por lo tanto, si a ti te han dicho que vives en una democracia, y que vivir en una democracia está bien, si estas ideas han sido introducidas en tu cabeza, tú no tienes por qué dudar de esto. De hecho, no sería raro que te compadecieras de aquellos que viven sin ley como gente desafortunada.
¿Pero es esta la sociedad perfecta? ¿Solo conoces sociedades peores? ¿Por qué no mejoramos los fallos de nuestro Leviatán? ¿Por qué en la escuela nos hablan más de valores sobre respetar la ley que sobre no ser avaros? ¿Por qué nos asusta la cárcel? ¿Por qué nos gusta comprar cosas? ¿Por qué no sentimos indignación cuando vemos gente mucho más rica que nosotros a costa nuestra cuando nos dicen que esa gente son expertos financieros y gente muy inteligente?
Porque el Leviatán no desea el cambio. El cambio hace peligrar la integridad del Leviatán. La sociedad necesita la estabilidad para la perpetuación, y esta es posible con ciertas medidas, principalmente cuatro.
-> Un gobierno, o gente con poder que componga la cabeza pensante de la sociedad.
-> Fuerzas del orden, a las que recurrir en caso de que el pueblo se revele o se salga de la tercera medida
-> Leyes, que controlen el funcionamiento correcto de la sociedad y que protejan al sistema establecido
-> Educación, que se asegure de que todos los miembros de la sociedad necesitan al sistema para vivir bien y para estar protegidos
De algo parecido hablaba Jean Jacques Rousseau cuando escribió "El Contrato Social". De un pacto entre individuo y Estado ofreciendo el poder individual a cambio de protección. Y de esta forma se establece el sistema en el que se fundamentan todas las sociedades del planetas, todas, especialmente la nuestra. Los Leviatanes del mundo, que son los habitantes de cada países, se organizan entre ellos sin contar con sus propios integrantes más que para decidir quién maneja el Leviatán durante unos años (Democracias indirectas). Los Leviatanes más grandes dominan a los más pequeños y les dan órdenes si es necesario (Consejo de Seguridad de la ONU) se agrupan para hacerse más fuertes y morder al resto con más fuerza (Unión Europea) y se enzarzan en peleas por el beneficio propio (Guerras con fines políticos o económicos).
Y dentro de estos conflictos de Leviatanes, los ciudadanos no podemos hacer mucho más que sentarnos a mirar y hacer lo que nos digan. Un individuo solo jamás podría salirse del rebaño, y nunca lograría convencer al resto, es imposible. Hay que aceptar la situación, conformarse, pensar que hay cosas peores, usar frases como "Así es la vida" o "No es tan fácil". Tú solo no puedes hacer nada, ni siquiera deberías intentarlo, acabarías mal, agradece lo que tienes.
¿O será eso lo que quieren que creas?
Hoy, no sé si como última vez pero sí como la más importante, quiero hablaros del Leviatán. "Leviathan" es el título de la más famosa novela de Thomas Hobbes, un filósofo inglés del siglo XVII que desarrollo la teoría en la que se decía que la gente, al no poder convivir sin orden pacíficamente y caer siempre en la anarquía y el descontrol, debía dar su poder a un único ser que albergara el de todas las personas, que con su descomunal poder controlara lo que pueden y no pueden hacer las personas. Ese monstruo es el Leviatán. Ese monstruo es la sociedad.
La sociedad dice quién va a la cárcel, qué es legal, qué no lo es. Incluso que se debe mirar con buenos o malos ojos. También da a cada individuo una importancia, que siempre es lógicamente inferior a la del conjunto de todo el Leviatán. Así pues es fácil entender que, el Leviatan es la ley y está incluso por encima de ella misma. Y nada de esto sería posible sin nosotros.
¿Cómo? Bueno, seguramente hayas supuesto que el Leviatán se compone de personas, por eso no sería posible sin nosotros. ¿Pero cómo exactamente damos ese poder a la sociedad? Cada vez que miras con respeto y casi miedo a la policía, cada vez que votas a un partido político, cada vez que no protestas y actúas cuando una ley que no es de tu agrado es aprobada, cada vez que actúas bajo la ley y no infringes las normas e incluso cada vez que haces los que se espera que hagas (hacer caso a lo que te digan, no cuestionar tu educación, casarte por defecto, buscar una vida establemente bloqueada) estás dando de comer al Leviatán con su comida favorita: tú poder individual.
¿No suena ciertamente a prisión todo esta relación entre el Leviatán y la Sociedad? ¿No parece que deberías hacer algo por "defenderte" o "liberarte"? ¿Por qué no pienso que esta sociedad es en realidad un ser alimentado de nuestro poder de la que no debería fiarme? Pues porque nadie te ha dicho lo contrario, y porque lo que te han dicho es que esto está bien. Decía Platón refiriéndose a los hombres del mito de la caverna que cuando ellos vieran sombras en las paredes, pensarán que esa es la auténtica realidad. Por lo tanto, si a ti te han dicho que vives en una democracia, y que vivir en una democracia está bien, si estas ideas han sido introducidas en tu cabeza, tú no tienes por qué dudar de esto. De hecho, no sería raro que te compadecieras de aquellos que viven sin ley como gente desafortunada.
¿Pero es esta la sociedad perfecta? ¿Solo conoces sociedades peores? ¿Por qué no mejoramos los fallos de nuestro Leviatán? ¿Por qué en la escuela nos hablan más de valores sobre respetar la ley que sobre no ser avaros? ¿Por qué nos asusta la cárcel? ¿Por qué nos gusta comprar cosas? ¿Por qué no sentimos indignación cuando vemos gente mucho más rica que nosotros a costa nuestra cuando nos dicen que esa gente son expertos financieros y gente muy inteligente?
Porque el Leviatán no desea el cambio. El cambio hace peligrar la integridad del Leviatán. La sociedad necesita la estabilidad para la perpetuación, y esta es posible con ciertas medidas, principalmente cuatro.
-> Un gobierno, o gente con poder que componga la cabeza pensante de la sociedad.
-> Fuerzas del orden, a las que recurrir en caso de que el pueblo se revele o se salga de la tercera medida
-> Leyes, que controlen el funcionamiento correcto de la sociedad y que protejan al sistema establecido
-> Educación, que se asegure de que todos los miembros de la sociedad necesitan al sistema para vivir bien y para estar protegidos
De algo parecido hablaba Jean Jacques Rousseau cuando escribió "El Contrato Social". De un pacto entre individuo y Estado ofreciendo el poder individual a cambio de protección. Y de esta forma se establece el sistema en el que se fundamentan todas las sociedades del planetas, todas, especialmente la nuestra. Los Leviatanes del mundo, que son los habitantes de cada países, se organizan entre ellos sin contar con sus propios integrantes más que para decidir quién maneja el Leviatán durante unos años (Democracias indirectas). Los Leviatanes más grandes dominan a los más pequeños y les dan órdenes si es necesario (Consejo de Seguridad de la ONU) se agrupan para hacerse más fuertes y morder al resto con más fuerza (Unión Europea) y se enzarzan en peleas por el beneficio propio (Guerras con fines políticos o económicos).
Y dentro de estos conflictos de Leviatanes, los ciudadanos no podemos hacer mucho más que sentarnos a mirar y hacer lo que nos digan. Un individuo solo jamás podría salirse del rebaño, y nunca lograría convencer al resto, es imposible. Hay que aceptar la situación, conformarse, pensar que hay cosas peores, usar frases como "Así es la vida" o "No es tan fácil". Tú solo no puedes hacer nada, ni siquiera deberías intentarlo, acabarías mal, agradece lo que tienes.
¿O será eso lo que quieren que creas?
Me parece una mentira, y eso que no me lo he leído.
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